lunes, 23 de agosto de 2010

El Bio-bac / Renoven


Tras muchos años de investigaciones Fernando Chacón constató que en las células tumorales se encontraban aminoácidos dextrógiros (es decir, polarizan la luz hacia la derecha), algo inexplicable ya que son completamente desconocidos para el ser humano, en cuyo organismo todos son levógiros (polarizan la luz hacia la izquierda).

Chacón concluiría que si los seres humanos no tenemos capacidad enzimática para sintetizar ese tipo de proteínas procedían del exterior del organismo. Y decidió investigar en el campo de la microbiología para saber si existía algún germen productor de proteínas con aminoácidos dextrógiros cuyas moléculas fueran las responsables del cáncer para inactivarlas y elaborar con ellas una vacuna para el cáncer. Y esos seres existen exclusivamente entre las bacterias y algunos hongos.

Fue en el intento del aislamiento de esas enzimas (que llamó pribios), cuando Chacón descubrió en 1959 que, a pesar de carecer de ADN, eran capaces de autorreproducirse.

Su afirmación chocaba con uno de los dogmas más firmemente establecidos de la Biología: sin ADN no hay posible replicación. Sin embargo, en 1982 un científico norteamericano llamado Stanley B. Prusiner comunicó a la comunidad científica que había descubierto unas proteínas capaces de reproducirse sin ADN a las que había llamado priones. A Prusiner le dieron el Premio Nobel por su descubrimiento y por dedicar sus esfuerzos a saber cómo bloquear esas proteínas…

La teoría de Chacón se basa en que cuando una célula es expuesta a condiciones adversas (radiaciones o sustancias tóxicas) su carga genética puede alterarse y el organismo trata de repararla sustituyendo el gen dañado por alguno procedente de una célula procariota bacteriana para que ocupe su lugar. Esto daría lugar a rutas metabólicas defectuosas y, con ello, a enfermedades degenerativas y a la cancerización.

Se ocupó, pues, de extraer sangre de los enfermos, confrontar el suero con todas las enzimas procedentes de bacilos aerobios esporulados que ya había obtenido y guardaba, y elaboró la vacuna sólo con aquellas con las que el suero floculaba (reaccionaba) específicamente.

El problema es que llegó un momento en el que la cantidad de vacunas solicitadas fue tal que resultaba imposible seguir haciéndolas individualizadas. Así que decidió desarrollar una vacuna polivalente que incluyera las proteínas más habituales productoras de enfermedades que había ido recopilando con la experiencia. Asumiendo que si bien gracias a su amplio espectro la vacuna funcionaría en una gran mayoría de los casos no sería así en todos; es decir, no lo haría cuando la enfermedad estuviera provocada por una proteína que no estuviera en el Bio-Bac polivalente. Dejando para tales casos la vacuna individualizada.

En resumen, cuando un bacilo aerobio esporulado presente en nuestro organismo sufre una agresión (de tipo físico, químico o inmunitario) y queda destruido, sus enzimas o pribios, capaces de actuar autónomamente, buscan antes de ser absorbidos un tejido en el que poder automultiplicarse a la espera de encontrar enzimas complementarias con las que poder avanzar en su escala evolutiva. Siendo en ese momento cuando, si consiguen introducirse en el interior de la célula, provocan la aparición de diversas enfermedades. Si una proteína de un bacilo aerobio esporulado penetra en el núcleo de una célula, altera su código genético y provoca su replicación continua. Así es como se iniciaría el cáncer.

El principio básico, fundamental y científicamente demostrado del Bio-Bac es que incorpora un tipo de proteínas que, por afinidad, se unen a las proteínas causantes del proceso de multiplicación celular. La proteína aislada, metida en la célula, puede activar el proceso de multiplicación celular pero si queda fijada previamente a otra proteína ya no podrá hacer ese trabajo e iniciar el proceso patológico.

Chacón, además del cáncer, estudió también otro tipo de enfermedades al darse cuenta de que las proteínas de los bacilos aerobios esporulados, al entrar en la célula, pueden bloquear procesos metabólicos capaces de desencadenar enfermedades crónicas degenerativas. Sería por ejemplo el caso de la artrosis, enfermedad en la que estas proteínas serían capaces de bloquear la capacidad metabólica del sinoviocito de producir líquido sinovial y sustancias necesarias para la producción del cartílago.

Son numerosos los estudios preclínicos y clínicos (fases I, II y III) efectuados con el Bio-Bac y realizados en países como Bélgica, Alemania, Georgia y Arabia Saudita que demuestran que es un producto excepcionalmente bueno, especialmente si se le compara con la mayoría de productos que se comercializan en el mercado. Entre ellos, dos fases II realizadas y superadas en carcinoma de colon, carcinoma gástrico, carcinoma intraductal de mama, hepatitis B y hepatitis C así como dos fases III terminadas en SIDA, artrosis y osteoartritis. Y de ellos se deduce que el Bio-Bac es:

- Total y absolutamente inocuo a cualquier dosis analizada y en todos los tipos de animales probados.

- Antitumoral y antimetastásico.

- Condroprotector y estimulante de la producción de sinoviocitos.

- Potente inmunoestimulante.

- No produce alteraciones cromosómicas ni es mutagénico.

El Bio-bac fue recetado por médicos de la Seguridad Social y sufragada por ésta durante diez años (de 1975 a 1985), año en que la Administración socialista de Felipe González decide dejar de sufragarlo y comunica a Chacón que si quiere seguir vendiendo el Bio-Bac debe hacerlo como “medicamento” y realizar antes ensayos clínicos.

Daría comienzo entonces el contencioso en el que, finalmente, Ana Pastor (ex Ministra de Sanidad y Consumo) puso en marcha la Operación Brujo que llevó a 23 personas a la cárcel y a la incautación de miles de frascos de Bio-Bac en una actuación que dio lugar al proceso de instrucción que a día de hoy sigue paralizado.

Entretanto, el hijo del descubridor del Bio-Bac, Rafael Chacón decidió legalizar el producto fuera de España. Y en apenas unos meses logró que se autorizara en varios países, demostración palpable de las falsedades y mentiras con las que en nuestro país se le denegaron una y otra vez los permisos. Por eso hoy se puede adquirir como Prebacter en Bélgica, como Proteinbiol y en Alemania y Austria y como Renoven, en España (como complemento nutricional).

La dosis aconsejada de Renoven es de 15 ml tres veces al día media hora o veinte minutos antes de las comidas. Agitar antes de usar. Una vez abierto mantener en frigorífico y consumir antes de 10 días.


(Artículo extraído de: http://www.medicina-integrativa.net/el-bio-bac-renoven/)

1 comentario:

Unknown dijo...

hola mi hijo lo probo y le trataba fermin moriano y carvajal la medicina no podia hacer nada por el ,este tratamiento le dio calidad de vida pero ocurrio lo que los medicos dijeron mi hijo se murio y esto nos ha undido por ello no trato de criticar a estos fabulosos doctores por que mi hijo no sufrio un saludo