lunes, 23 de agosto de 2010

El Bio-bac / Renoven


Tras muchos años de investigaciones Fernando Chacón constató que en las células tumorales se encontraban aminoácidos dextrógiros (es decir, polarizan la luz hacia la derecha), algo inexplicable ya que son completamente desconocidos para el ser humano, en cuyo organismo todos son levógiros (polarizan la luz hacia la izquierda).

Chacón concluiría que si los seres humanos no tenemos capacidad enzimática para sintetizar ese tipo de proteínas procedían del exterior del organismo. Y decidió investigar en el campo de la microbiología para saber si existía algún germen productor de proteínas con aminoácidos dextrógiros cuyas moléculas fueran las responsables del cáncer para inactivarlas y elaborar con ellas una vacuna para el cáncer. Y esos seres existen exclusivamente entre las bacterias y algunos hongos.

Fue en el intento del aislamiento de esas enzimas (que llamó pribios), cuando Chacón descubrió en 1959 que, a pesar de carecer de ADN, eran capaces de autorreproducirse.

Su afirmación chocaba con uno de los dogmas más firmemente establecidos de la Biología: sin ADN no hay posible replicación. Sin embargo, en 1982 un científico norteamericano llamado Stanley B. Prusiner comunicó a la comunidad científica que había descubierto unas proteínas capaces de reproducirse sin ADN a las que había llamado priones. A Prusiner le dieron el Premio Nobel por su descubrimiento y por dedicar sus esfuerzos a saber cómo bloquear esas proteínas…

La teoría de Chacón se basa en que cuando una célula es expuesta a condiciones adversas (radiaciones o sustancias tóxicas) su carga genética puede alterarse y el organismo trata de repararla sustituyendo el gen dañado por alguno procedente de una célula procariota bacteriana para que ocupe su lugar. Esto daría lugar a rutas metabólicas defectuosas y, con ello, a enfermedades degenerativas y a la cancerización.

Se ocupó, pues, de extraer sangre de los enfermos, confrontar el suero con todas las enzimas procedentes de bacilos aerobios esporulados que ya había obtenido y guardaba, y elaboró la vacuna sólo con aquellas con las que el suero floculaba (reaccionaba) específicamente.

El problema es que llegó un momento en el que la cantidad de vacunas solicitadas fue tal que resultaba imposible seguir haciéndolas individualizadas. Así que decidió desarrollar una vacuna polivalente que incluyera las proteínas más habituales productoras de enfermedades que había ido recopilando con la experiencia. Asumiendo que si bien gracias a su amplio espectro la vacuna funcionaría en una gran mayoría de los casos no sería así en todos; es decir, no lo haría cuando la enfermedad estuviera provocada por una proteína que no estuviera en el Bio-Bac polivalente. Dejando para tales casos la vacuna individualizada.

En resumen, cuando un bacilo aerobio esporulado presente en nuestro organismo sufre una agresión (de tipo físico, químico o inmunitario) y queda destruido, sus enzimas o pribios, capaces de actuar autónomamente, buscan antes de ser absorbidos un tejido en el que poder automultiplicarse a la espera de encontrar enzimas complementarias con las que poder avanzar en su escala evolutiva. Siendo en ese momento cuando, si consiguen introducirse en el interior de la célula, provocan la aparición de diversas enfermedades. Si una proteína de un bacilo aerobio esporulado penetra en el núcleo de una célula, altera su código genético y provoca su replicación continua. Así es como se iniciaría el cáncer.

El principio básico, fundamental y científicamente demostrado del Bio-Bac es que incorpora un tipo de proteínas que, por afinidad, se unen a las proteínas causantes del proceso de multiplicación celular. La proteína aislada, metida en la célula, puede activar el proceso de multiplicación celular pero si queda fijada previamente a otra proteína ya no podrá hacer ese trabajo e iniciar el proceso patológico.

Chacón, además del cáncer, estudió también otro tipo de enfermedades al darse cuenta de que las proteínas de los bacilos aerobios esporulados, al entrar en la célula, pueden bloquear procesos metabólicos capaces de desencadenar enfermedades crónicas degenerativas. Sería por ejemplo el caso de la artrosis, enfermedad en la que estas proteínas serían capaces de bloquear la capacidad metabólica del sinoviocito de producir líquido sinovial y sustancias necesarias para la producción del cartílago.

Son numerosos los estudios preclínicos y clínicos (fases I, II y III) efectuados con el Bio-Bac y realizados en países como Bélgica, Alemania, Georgia y Arabia Saudita que demuestran que es un producto excepcionalmente bueno, especialmente si se le compara con la mayoría de productos que se comercializan en el mercado. Entre ellos, dos fases II realizadas y superadas en carcinoma de colon, carcinoma gástrico, carcinoma intraductal de mama, hepatitis B y hepatitis C así como dos fases III terminadas en SIDA, artrosis y osteoartritis. Y de ellos se deduce que el Bio-Bac es:

- Total y absolutamente inocuo a cualquier dosis analizada y en todos los tipos de animales probados.

- Antitumoral y antimetastásico.

- Condroprotector y estimulante de la producción de sinoviocitos.

- Potente inmunoestimulante.

- No produce alteraciones cromosómicas ni es mutagénico.

El Bio-bac fue recetado por médicos de la Seguridad Social y sufragada por ésta durante diez años (de 1975 a 1985), año en que la Administración socialista de Felipe González decide dejar de sufragarlo y comunica a Chacón que si quiere seguir vendiendo el Bio-Bac debe hacerlo como “medicamento” y realizar antes ensayos clínicos.

Daría comienzo entonces el contencioso en el que, finalmente, Ana Pastor (ex Ministra de Sanidad y Consumo) puso en marcha la Operación Brujo que llevó a 23 personas a la cárcel y a la incautación de miles de frascos de Bio-Bac en una actuación que dio lugar al proceso de instrucción que a día de hoy sigue paralizado.

Entretanto, el hijo del descubridor del Bio-Bac, Rafael Chacón decidió legalizar el producto fuera de España. Y en apenas unos meses logró que se autorizara en varios países, demostración palpable de las falsedades y mentiras con las que en nuestro país se le denegaron una y otra vez los permisos. Por eso hoy se puede adquirir como Prebacter en Bélgica, como Proteinbiol y en Alemania y Austria y como Renoven, en España (como complemento nutricional).

La dosis aconsejada de Renoven es de 15 ml tres veces al día media hora o veinte minutos antes de las comidas. Agitar antes de usar. Una vez abierto mantener en frigorífico y consumir antes de 10 días.


(Artículo extraído de: http://www.medicina-integrativa.net/el-bio-bac-renoven/)

sábado, 14 de agosto de 2010

Vitamina B 17, Amigdalina o Laetrile

Vitamina B 17
Amigdalina - Laetrile
y la terapia alternativa contra el cancer

El consumo regular de albaricoques frescos o secos y en particular el consumo de semillas amargas de albaricoque (también llamadas almendras del albaricoque) es quizás una de las mejores cosas que podemos hacer por nuestra salud.

En Asia Central, en Oriente y también en la región de Hunza, en el norte de Pakistán, los “albaricoques silvestres” y sus amargas semillas están presentes en la alimentación diaria. Sobre el legendario pueblo de los Hunza se viene relatando desde hace décadas que allí muchas personas tienen una vida muy longeva en pleno estado de salud. Prácticamente no padecen de cáncer, de enfermedades crónicas ni de las enfermedades típicas de la civilización.

La gran diversidad de sustancias vitales que contienen los albaricoques y sus semillas amargas es superior al promedio; además se encuentran en una combinación casi única. La cáscara dura o hueso del albaricoque contiene vitamina B15, importante para la respiración celular; la semilla blanda del interior del hueso contiene la denominada vitamina B17, también llamada amigdalina o Laetrile.

Interesante de saber sobre los albaricoques y sus semillas

El albaricoque (nombre botánico Prunus armeniaca) procede originalmente de Asia Central, supuestamente del norte de China, cerca de la frontera con Mongolia. Las especies silvestres se encuentran en Afganistán, Uzbekistán, Turquía y Japón. En el curso de unos 3000 años el albaricoque se abre paso desde China hacia Asia Central, y desde allí a Persia y a Armenia. De ahí procede su denominación latina.

Los poetas persas llaman al albaricoque "semilla del sol". Fueron los romanos los que 70 años a. de C. trajeron el albaricoque desde Grecia a toda Europa. Sin embargo no es antes del siglo XVI cuando el árbol comienza a cultivarse también en el norte de Europa. La región de cultivo tradicional se sitúa en la meseta húngara, debido al templado clima de esta zona. En la época en que los turcos regían en esta zona se daban allí enormes plantaciones de albaricoqueros.

Existen muy diversas especies de albaricoque: grandes, pequeños, dulces, ácidos, unos con un proceso de maduración rápido y otros más lento.

También en este caso se confirma que no siempre los más vistosos son los mejores. Hay especies de albaricoque que aun teniendo un tamaño y una apariencia poco convincentes poseen un sabor delicioso.

Semillas de albaricoque / Albaricoques en la terapia nutricional

Los especialistas en nutrición que se interesaron por los pueblos Hunza observaron el elevado consumo de albaricoques y semillas amargas de albaricoques que se daba en esta población.

El albaricoque tiene un contenido asombrosamente alto de ácido salicílico, así como gran cantidad del flavonoide quercetina. La quercitina pertenece al grupo de las mejores sustancias vitales en la lucha contra los radicales libres.
Los radicales libres favorecen la aparición de cánceres.

El ácido salicílico tiene efecto antibacteriano y es capaz de eliminar brotes de enfermedad en el estómago y los intestinos, así como de frenar el desarrollo de bacterias de la putrefacción.

No hay otra fruta que aporte mayor cantidad de beta caroteno y de magnesio. Los cientificos han comprobado que el ácido retinoico, que se haya en los albaricoques y en otras frutas y verduras ricas en carotinoides, puede impedir el crecimiento descontrolado de células leucémicas.
Solo dos albaricoques (también secos) ya aportan la mitad de vitamina A que nuestro cuerpo requiere diariamente.

También es importante el alto contenido de ácido fólico (especialmente importante durante el embarazo y durante el climaterio de la mujer).

El potasio es un elemento importante para la regulación de nuestro equilibrio hídrico. Los albaricoques y su semilla tienen un pH claramente básico y constituyen por tanto un contrapeso frente a las reacciones mayoritariamente ácidas de la comida en la moderna civilización.

Una opción con menor contenido calórico que las semillas crudas de albaricoque es la harina de semillas de albaricoque parcialmente desaceitadas y fermentadas (desdoblamiento enzimático). En Internet se encuentran ya a la venta en forma de prácticas cápsulas de semillas de albaricoque fermentadas. Gracias a la fermentación, la harina de semillas de albaricoque es rica en importantes enzimas.
Una opción práctica para aquellas personas a las que no es posible la masticación diaria de estos frutos, o para las que su estómago no admite bien el contenido oleoso de éstas.

Semillas amargas y semillas dulces de albaricoque

Existen ambas semillas de albaricoque, dulces y amargas. Las semillas dulces proceden de los frutos que se venden comúnmente en el mercado, frescos o en conserva. Las semillas amargas, por el contrario, proceden de albaricoques silvestres, más pequeños y de sabor ácido.

En el mes de Julio se cosechan y se secan los frutos. Transcurrida la mitad del tiempo de secado, los huesos de los frutos ya reblandecidos se extraen manualmente, presionando con los dedos (en los albaricoques dulces). En el caso de los albaricoques silvestres, con las semillas amargas, el fruto se corta por la mitad para extraer el hueso. Los huesos se ponen a secar por su parte, para así obtener las semillas de albaricoque en sí.

Las semillas de albaricoque son seleccionadas laboriosamente a mano, con el fin de que no haya inclusiones de cáscaras ni de piedrecillas en la mercancía comercial. Las semillas de albaricoque son muy aromáticas y se emplean como alimento diario en las regiones de Asia Central y en Oriente, de donde es originario el albaricoque.

También los alimentos fermentados, como las verduras fermentadas, pertenecen a la alimentación cotidiana en estas regiones. Dado que la combinación con enzimas es un buen complemento, entre tanto existe también harina fermentada (con despliegue enzimático) de estas semillas de albaricoque parcialmente desaceitadas. Tiene un sabor agradable y ahorra el masticar continuamente las semillas. Este valioso alimento crudo fermentado es asequible en forma de cápsulas de semillas de albaricoque fermentadas. Debido a la fermentación tiene un plazo de conservación muy largo. La harina de semillas de albaricoque sin fermentar puede enranciar relativamente pronto.

Para quien nunca en la vida ha visto semillas de albaricoque, y no puede hacerse una idea de cómo son: tienen un parecido sorprendente con las almendras, tanto en su apariencia (un poco más cortas y algo más gruesas) como en su sabor (un poco más amargas). Las semillas amargas de albaricoque tienen un precio más alto en el mercado que las dulces.

La harina de semillas de albaricoque parcialmente desaceitadas y fermentadas (despliegue enzimático) se conserva durante mucho tiempo. Mediante la fermentación se evita su oxidación (ponerse rancio) y se incrementa la biodisponibilidad de sus sustancias vitales. Las sustancias vitales contenidas en las semillas de albaricoque en combinación con las enzimas fortalecen el sistema inmunológico en la lucha contra el cáncer y otras enfermedades.

Semillas de albaricoque en la terapia alternativa contra el cáncer

Las semillas de albaricoque contienen muchos minerales y en particular mucho magnesio. Muy especialmente las semillas amargas de albaricoque contienen una alta concentración de la sustancia amigdalina (también conocida como Laetrile o vitamina B17). La amigdalina es un glucósido cianogénico, el cual se disocia en presencia de agua produciendo ácido prúsico. Esta sustancia se emplea en diversas terapias alternativas de tratamiento del cáncer. En los años 70 del siglo pasado hubo estudios que revelaron efectos inequívocos contra las células tumorales.

En la medicina tradicional se refutan sus efectos terapéuticos. No obstante, hay éxitos terapéuticos definitivos, sobre todo en combinación con otras medidas terapéuticas.

Pese a todo contacto con personas que padecen un tumor y han tomado las semillas de albaricoque amargas como suplemento nutricional, no se ha dado hasta hoy un solo caso en el que la persona se haya quejado de malestar o de otras manifestaciones típicas de una intoxicación.

Las semillas amargas de albaricoque deberían ingerirse conjuntamente con papaya o con piña frescas o secas (y fermentadas), ya que estas frutas contienen enzimas que forman parte del mecanismo de reacción. Un alimento ideal es también la harina de semillas de albaricoque (fermentada) con enzimas, que incluye papaya y mijo salvaje fermentados así como inulina vegetal y selenio. A través de la fermentación se llega a un producto de enzimas con alta calidad terapéutica. Este se ofrece bajo el nombre Apriko Vital.

En general, la ingestión de semillas de albaricoque representa sólo un aspecto parcial de alimentación útil en una terapia alternativa o complementaria para el tratamiento del cáncer. La ingestión de este alimento debería de ir unida a una serie de medidas terapéuticas para el fortalecimiento y la movilización del sistema inmunitario.

He aquí algunas propuestas prometedoras para su combinación:


•Terapia ortomolecular
•Terapia de enzimas
•Terapia activa de fiebre (según Cooley)
•Desintoxicación (extracto de algas chlorella, preparados de hierbas reguladoras, lavativas, frotamientos y baños con sustancias básicas)
•Terapia de aceite y proteínas según el Dr. Budwig
•Terapia focalizada (especialmente para la zona garganta-nariz-oídos)
•Terapia de fermentos de ácido láctico (según el Dr. Kuhl), kéfir de agua, productos EM (Microorganismos Efectivos), enzimas.



Literatura conocida de Phillip Day: CÁNCER

¿Por qué nos estamos todavía muriendo para saber la verdad?

El autor inglés describe en su libro la relación que existe entre las semillas de albaricoque –y en particular su componente amigdalina (Laetrile o vitamina B 17)- y el cáncer. Basándose en extensas investigaciones, Day demuestra cómo desde hace décadas los intereses comerciales y los grupos de presión reprimen hallazgos importantes, privando de ellos a muchos pacientes. Phillip Day ofrece también en su libro valiosos consejos sobre el significado de alimentación y forma de vida en relación con la enfermedad del cáncer.

Extractos de su contenido:

„La lucha contra el cáncer se ganó hace 50 años. ¿Por qué seguimos aún luchando entonces?”

„Phillip Day destapa los continuos escándalos en el mundo de la medicina, la política y la economía en relación con el tema cáncer. Expertos médicos toman la palabra y se manifiestan sobre los simples hechos que se toman como base para un tratamiento.

„La respuesta a ésta y muchas otras preguntas se encuentra en el libro CÁNCER de Phillip Day. Infórmese aquí detalladamente sobre las semillas amargas de albaricoque y su componente amigdalina (vitamina B17, Laetrile), y lea sobre su significado en la terapia alternativa contra el cáncer.

Provéase de información con este libro antes de tomar decisiones importantes. Este libro está asequible en los idiomas inglés, español y alemán.


Artículo extraído de: http://www.universalsuccessformula.com/b17terapiaanticncer.htm

viernes, 13 de agosto de 2010

Franciscano dice que cura el Cáncer




Una sencilla receta basándose en sábila, preparada por UN SACERDOTE FRANCISCANO , que no se opone a revelarla, causa revuelo en las montañas de Judea. "No es un milagro, tú puedes curar el cáncer y otras enfermedades".

Belén Israel.- *Fray Romano*, un franciscano brasileño que trabaja en Belén de Israel, dice curar el cáncer, gracias a una fórmula de productos naturales, muy fácil de elaborar. Y no sólo cura el cáncer. También lo previene.

La fama de Fray Romano, franciscano brasileño, actual maestro del Seminario de Belén, se va extendiendo por las montañas de Judea.

Fray Romano es de sonrisa fácil, ojos quietos y trato amable. No es taumaturgo, ni curandero, ni médico. A la pregunta de sí es verdad según se oye, que cura el cáncer, responde": Yo curo el cáncer, tú puedes curar el cáncer y cualquier persona que lo quiera lo puede curar, sin hacer milagros, simplemente aplicando los elementos que produce la naturaleza. La Naturaleza tiene remedios para curar las enfermedades. Basta descubrirlos".

Remedio Natural contra el Cáncer

- 1/2 kilo o litro de miel pura de abejas ·

- 2 hojas grandes ó 3 pequeñas de la planta llamada Sábila (en otros países se conoce como Aloe Vera)·

- 3 cucharadas de coñac, whisky, tequila o aguardiente (esto se usa como vaso dilatador).


Se le quita el polvo y las espinas a la hoja de Sábila, se cortan éstas en pequeños trozos, luego se introducen todos los elementos, antes citados, en una batidora eléctrica o licuadora. Se bate hasta que se vea que se forma una pasta viscosa. Ya esta lista para tomar. Se puede dejar fuera de la nevera o ponerse en el refrigerador, al gusto de cada cual. No debe quitarle la cáscara a la Sábila, ni colar el remedio.
Fray Romano dice que debe tomarse una cucharada grande, 3 veces por día, 15 minutos antes de cada comida. Esto debe hacerse por 10 días seguidos. Fray Romano aconseja agitar el frasco antes de cada toma. El fraile advierte que si después de haber tomado la bebida salen abscesos en la piel, esto es buen síntoma. Continúa diciendo que si después de la primera toma no se han obtenidos los resultados deseados, repetir después de haberse hecho los exámenes pertinentes a ver si el tumor no ha cedido, beber 4 veces más, hasta la curación total. Desde hace 6 años que el fraile está usando esta receta, gratuita, con óptimos resultados.

Cabe hacer mención que no sólo es para curar el cáncer, es un restaurador de células naturales, y refuerza nuestro sistema inmunológico.

¿Este tratamiento cura toda clase de cáncer? Si. ¿Qué tipos de cáncer cura de hecho? Todos.

Se sabe que ha habido muchas curaciones de muchas clases de cáncer: Cáncer de piel, de garganta, del seno, del útero, de próstata, del cerebro, del hígado, del intestino, de leucemia, etc... Incluso en personas diabéticas.


Esta información me ha llegado por mail y esá distribuída por la red.

sábado, 7 de agosto de 2010

Cura del cáncer del libro “World Without Cancer” - Vit. B17


Hacia fines de la década del 60 y comienzos de los 70, hubo gran agitación política-legal en el estado de California (EE.UU.) a causa de la prescripción médica de la vitamina B-17, también conocida como Laetril, para el tratamiento del cáncer. Proveniente de la pepita del carozo del damasco (chabacano, albaricoque, etc), esta vitamina cura, decidida y definitivamente, el cáncer. Sin embargo, en los EE.UU. las autoridades han prohibido todo tratamiento de cáncer que no fuere uno de los tratamientos tradicionales, aprobados por el sistema regente. Muchos médicos, enfermero(a)s, y un sinnúmero de otros practicantes de las artes curativas han sido encarcelados, inculpados de curar a pacientes de cáncer mediante tratamientos que no estaban en la lista oficial. Como resultado de estas litigaciones muchos de estos profesionales se han trasladado a otros países.

Se ha descubierto recientemente que las propiedades curativas de la vitamina B-17, específicas en contra del cáncer, se deben a que en presencia de agua y de la enzima beta-glucosamidasa, la molécula de B-17 genera cianuro y benzaldehido. Estos compuestos son, individualmente sumamente tóxicos, pero funcionando en simbiosis se multiplican sus efectos por un factor que se calcula los hace cerca de 100 veces más potentes.

Esta enzima, la beta-glucosamidasa, se encuentra en cantidades significativas en las células cancerosas, y muy poco en el resto del cuerpo, por lo general hasta 100 veces más. Por consiguiente, estas sustancias tóxicas destruyen únicamente a las células cancerosas. Una verdadera quimioterapia, específica, localizada y muy eficaz.

Y, ¿cómo es que, con el tiempo, no se envenena el resto del cuerpo sano?

Resulta que hay otra enzima, la rodanasa, que identificaremos como una “protectora” del organismo (desde 1965 se conoce a la rodanasa como tiosulfato de transulfurasa). La rodanasa neutraliza al cianuro y lo transforma en subproductos que no solamente no son tóxicos, sino que resultan en nutrientes benéficos para el organismo. Esta enzima abunda en todo el cuerpo, pero no la hay en las células cancerosas, que por lo tanto, no tienen protección ni defensa.
La semilla del damasco destruye a las células cancerosas. Las preguntas y respuestas a continuación provienen del libro “World Without Cancer” (Un mundo libre del cáncer) por G. Edward Griffin; y no constituyen forma alguna de diagnóstico, ni de recomendación o sugerencia de tratamiento alguno.

¿Qué cantidades se pueden ingerir?

Para quien tenga cáncer: Es muy importante comer semillas, las que se deben masticar lentamente; y que se deben conservar en la boca el tiempo necesario hasta que se licuen. Lo ideal es comer dos semillas, o pepitas, por hora, durante el transcurso del día. Los mejores resultados se han observado con el consumo de tres a cinco (3 a 5) pepitas cada hora de la actividad normal diurna. La vitamina B-17 es hidrosoluble (se disuelve en agua) y no es tóxica. Hay quienes sienten algo de náusea cuando comen muchas de una vez, de manera semejante a como sucedería si bebieran grandes cantidades de agua salada. En tal caso se reduce la cantidad que se toman cada vez, pero se aumenta la frecuencia.

Dosis preventiva: Quien no tenga cáncer puede tomar siete a diez (7 a 10) pepitas diarias. El Dr. Krebs afirma que, aunque sean algo amargas, lo mejor es comer la semilla (la pepita) natural, entera. El doctor pregunta, “¿valdría la pena perder la vida por no querer comer unas semillas amargas?”

NDR: Recuerde, el lector, que únicamente las semillas contienen las enzimas que logran el resultado curativo en el organismo. Quien no pueda tolerar el sabor de las pepitas tendrá que complementar esa carencia en la B-17 con otras vitaminas y enzimas no tan eficientes. Vale la pena hacer el esfuerzo necesario para surtirle al organismo esas defensas tan vitales.

¿Se puede tomar B-17 al mismo tiempo que se recibe tratamiento de quimioterapia?

Lo peor es recibir solamente quimioterapia. Es benéfico añadir B-17 al tratamiento de quimioterapia, pero lo mejor sería ingerir B-17 (en forma de pepitas) y otras hierbas curativas… y olvidarse de la quimioterapia.

¿Se pueden tomar la vitamina B-17 y las pepitas conjuntamente?

Por supuesto que sí. En las semillas hay muchos elementos naturales que no se encuentran en las pastillas de vitaminas. Las pepitas tienen, además de la B-17, minerales y componentes que facilitan su asimilación en el organismo. Recuerde que en la ciencia de la nutrición solamente se han identificado aproximadamente mil (1000) vitaminas y minerales, de varios centenares de miles de ellos que existen pero que todavía no se han identificado. Eso significa que no es prudente limitarse a tomar solamente pastillas. A propósito del tema se llevó a cabo un estudio científico con ratas de laboratorio que se organizaron en dos grupos. El primer grupo recibió, en su alimentación, todas las vitaminas y todos los minerales conocidos. El segundo grupo recibió desechos y basura. Al cabo de un par de semanas el primer grupo se veía flaco y enfermizo, mientras que las ratas del segundo grupo, las comedoras de basura, se veían gordas y saludables, con mucha energía. Estos resultados hacen decir al Dr. Krebs, “lo mejor es consumir alimentos naturales enteros, y complementarlos con vitaminas y minerales elaborados.”

¿Qué otro medicamento conviene tomar juntamente con la B-17?

Para quienes padezcan de cáncer, recomienda el Dr. Manner (uno de los precursores del tratamiento del cáncer mediante la vitamina B-17) que los pacientes añadan enzimas pancreáticas y vitamina C a su alimentación. Ambas se consiguen fácilmente en los comercios que se especializan en productos naturales para la salud. Las enzimas pancreáticas abundan naturalmente en frutas como el ananá (piña), la papaya (mamón), y otras. Su función primordial es la de quemar el revestimiento de proteína protector de las células cancerosas, de forma que facilita así el acceso de la B-17 al núcleo celular para efectuar su destrucción total.
Pero, a veces no basta con solamente destruir las células cancerosas, y siendo que el organismo tiene que reconstruir los tejidos que hayan sufrido daños y averías, es sumamente importante proporcionarle nutrición adecuada al organismo. Las remolachas (betabeles) contribuyen a fortalecer los riñones, y las harinas de hueso y el polvo de cartílago de res, o de pollo, contribuyen a la reconstrucción de los huesos dañados por el cáncer.

Se han hecho estudios de los hongos Shiitake, muy comunes en la cocina japonesa, y se ha descubierto que proveen al organismo una sustancia anti-virus, conocida como lentina, que contribuye a estimular el sistema inmunológico y neutraliza a diversos virus. El jugo de una fruta del archipiélago de Tahití, la noni, detiene el cáncer y la diabetes, y alivia la artritis y desperfectos del sistema nervioso. Otros productos, como el té de Kombucha, las semillas de uva (las semillas mismas, no su extracto) y los hongos Maitake (también japoneses) son eficaces combatientes del cáncer, reducen la hipertensión arterial, controlan la diabetes y contribuyen a la pérdida de peso. Existen muchas plantas, hierbas y frutas alimenticias que tienen, además, admirables propiedades curativas (Ver los artículos “Tónico Herbario: enérgico depurador” y “Cáncer: cura natural herbaria”). Además, se sabe muy bien en la ciencia médica las combinaciones de diversos tipos de terapéutica resultan mucho más eficaces que una sola. Es muy apropiado añadir diversos elementos, como satélites al tema central de las pepitas de damasco.

¿Se puede tomar la vitamina B-17 conjuntamente con quimioterapia o radiación?

Por supuesto que sí. Primero, debería el paciente verificar el verdadero índice de curación que se ha logrado en otros casos del mismo tipo de cáncer. Cuando se hable con el médico al respecto de curaciones, se tiene que aclarar si se está hablando de cura completa, o de una simple extensión, de unos meses, del plazo de vida. Si se piensa hacer alguna operación en la cual estén involucradas las células cancerosas, es de vital importancia que el paciente se arme con pepitas de damasco y con vitamina B-17 para eliminar las células que queden sueltas por el cuerpo. La vitamina B-17 tiene solamente efectos saludables. Reduce la hipertensión arterial, es uno de los nutrientes más saludables del planeta, fortalece las arterias y el corazón, y por supuesto que persigue y elimina a las células cancerosas.

¿Cuánto tarda en curarse el cáncer?

Las células cancerosas comienzan a morirse de inmediato. En algunos casos, como en el cáncer del hueso, se demora un poco más en absorberse la vitamina en los tejidos más profundos del cuerpo. Los cánceres de la piel se alivian más rápido. Al fin de la primera semana ya se podrán ver considerables mejorías; y en muchos casos se podrá lograr regresión total de tumores en cuestión de tres (3) semanas, o menos. Un carcinoma puede demorarse unos meses en desaparecer; y ha habido cánceres de cerviz que han desaparecido en menos de tres (3) semanas. Es posible, bajo circunstancias especiales, organizar entrevistas con personas quienes se han recuperado satisfactoriamente de todos estos tipos de cáncer.

¿Es un tratamiento adecuado para todos?

Es muy adecuado para quien tenga su diagnóstico de cáncer, pero sin haber comenzado el tratamiento de quimioterapia o de radiación. El Dr. Krebs mantiene que logra 98% de curación, y en el Hospital Del Río, en Tijuana, México, aseguran casi el 100% de curación de los casos virgen. Los casos vírgenes son aquellos que no han recibido ni quimioterapia ni radiación. En los casos donde el paciente ya ha recibido tratamiento de quimioterapia o de radiación, el éxito de la B-17 dependerá de cuánto se ha difundido el cáncer antes del tratamiento, y de cuánto daño le han causado la quimioterapia y/o la radiación. Sea como fuere, es de vital importancia comenzar, sin demora, a suministrarle al organismo su dosis diaria de B-17.

Y ¿por qué los médicos no recetan la B-17?

A los médicos se les enseña, desde sus primeros estudios, que el Laetril no es efectivo; y las reglamentaciones en vigencia no les permiten recetarlo. Además, las únicas referencias que se les proporciona son dos estudios falsos que no lo recomiendan. Nada se les menciona de los múltiples resultados positivos que abundan en los informes de referencia. Si un médico, en los EE.UU. receta el Laetril, o vitamina B-17, para tratamiento de cáncer se arriesga a que le impongan sanciones disciplinarias y se le revoque su licencia de práctica médica, y aún ser encarcelado. Desdichadamente, después de los largos años de estudio necesarios para llegar a ser médicos, la mayoría de ellos se limitan a recetar los medicamentos permitidos legalmente, aunque no vean alivio del malestar. Quien se interese en investigar y descubrir la verdad de la situación, puede informarse sin problema alguno. El libro del Sr. Griffin, “World Without Cancer” es un buen comienzo, pues en este libro se relata la historia de la vitamina B-17 y es una buena guía en el estudio de la curación del cáncer.

¿Qué predisposición ha adoptado la comisión reguladora de alimentos y medicamentos del estado
de California al respecto de la B-17 y/o el Laetril?

En 1971 el Sr. Grant Leake, jefe de la sección fraudes de la comisión de control de alimentos y drogas del estado de California, EE.UU. afirmó: “Los vamos a proteger, aunque no lo quieran.”

¿Hubo, alguna vez, acusaciones o cargos en contra de médicos por el uso de la B-17 y/o el Laetril con sus pacientes?

Sí, afirmativamente. A principios del año 1974, la Comisión Médica del estado de California presentó acusación formal en contra del Dr. Stewart M. Jones por haber usado Laetril en el tratamiento de pacientes de cáncer. Sin embargo, se supo más tarde, que uno de los miembros de esa comisión acusadora, el Dr. Julius Levine, usaba Laetril para su propio cáncer. Cuando esto salió a luz durante los trámites legales, el Dr. Levine renunció a su cargo antes de verse en apoyo al acusado Dr. Jones. Ref: Laetrile Tiff. State Medic Out, San Jose Mercury (Calif.), April 10, 1974.

¿Por qué motivo prohíbe la FDA el uso de B-17 y/o Laetril?

En EE.UU. se invierten miles de millones de dólares por año en investigaciones del cáncer, y se obtienen miles de millones de ganancias por la venta de medicamentos relacionados con el cáncer. Los políticos que logran votos ofreciendo respaldar programas oficiales del cáncer. Este sistema no puede permitir que se elimine el cáncer. En estos tiempos hay mucha más gente viviendo a costillas del cáncer que muriendo de cáncer.

NDR: La FDA, Food And Drug Administration, es la oficina federal de los EE.UU. que regula los medicamentos y alimentos de consumo público.

¿Han hecho pruebas, en la FDA, con el Laetril?

No. El primero de septiembre de 1971 anunció la FDA que el Comité ad hoc de Asesores Para Investigar y Evaluar el Laetril no había encontrado “evidencia terapéutica que justificara estudios clínicos”. Por consiguiente, se anunció que estaba prohibido promover, vender o investigar el Laetril en los EE.UU. Ref. Press release, HEW/FDA, Sept. 1, 1971

¿A pesar de esta situación, ha habido quienes tomaran Laetril?

Sí, afirmativamente. Miles de perdonas han estado usado el Laetril, y centenares de médicos la recetan, y aún lo toman ellos mismos. Se usa en varios hospitales, con la aprobación de la FDA, o sin ella. Con la aprobación del INC (Instituto Nacional del Cáncer) o sin ella.

¿Cómo fue que Dr. Ernst T. Krebs, Jr. descubrió que la vitamina B-17 y/o el Laetril controlan y combaten al cáncer? ¿Por qué se llama B-17?

Ya para el año 1952 había elaborado el Dr. Ernst T. Krebs, Jr., bioquímico de la ciudad de San Francisco, California, la teoría de que, al igual que el escorbuto y la pelagra, el cáncer no se debía a bacterias misteriosas, o virus, o sustancias tóxicas; si no que se trataba de una enfermedad causada por deficiencias agravadas por la falta de un compuesto en la dieta contemporánea. El Dr. Krebs logró identificar a este compuesto como parte de la familia de los nitrilosidas que se encuentra en abundancia en más de 1200 plantas en todas partes del mundo. Abunda, especialmente, en la semilla de las frutas de la familia Prunus rosacea, (almendro, damasco, cerezo, endrinas, nectarina, durazno y ciruela). También la hay en diversos pastos, en el maíz, en el sorgo, en el mijo, en el cazabe, en la semilla de lino, en las semillas de manzana y en muchos otros alimentos que han ido siendo descartados del menú del hombre moderno. Es difícil determinar una categoría específica para un nitrilosida, puesto que no se los encuentra aislados, sino más bien en diversos alimentos. No se lo puede catalogar como un alimento por separado, ni tampoco es una droga, pues se trata de un compuesto natural. No es tóxico, es benéfico; es soluble en agua y normalmente compatible con el metabolismo humano. La verdadera clasificación de un compuesto con estas propiedades es la de vitamina. Siendo que esta vitamina se encuentra con las del grupo B, y fue la decimoséptima en aislarse. Por lo tanto el Dr. Krebs la identificó como la vitamina B-17.

¿Qué sucede con los animales en los zoológicos que no tienen acceso a su alimentación normal, silvestre y natural?

En el famoso jardín zoológico de San Diego, California, donde los animales se ven casi totalmente privados de nitrilosidas naturales, cinco (5) osos han muerto de cáncer en un lapso de seis (6) años.

¿Cómo se compara el cáncer con las enfermedades de la antigüedad?

En las sociedades primitivas no se conocían las enfermedades de hoy.

¿Acaso no les agregan vitaminas a los alimentos que conseguimos hoy en día? Se ve en las etiquetas de algunos alimentos que están “enriquecidos”, ¿no significa eso que contienen todas las vitaminas necesarias para la buena salud?

No. No son lo mismo que los originales. En el ejemplar de junio, 1971, del “Journal of the American Geriatric Society” se publicó el informe de que “las vitaminas que se pierden de los alimentos y que luego se añaden como enriquecimiento no son un sustituto sano. Eso se confirmó en el estudio del Dr. Roger J. Williams, quien informa que las ratas alimentadas con pan enriquecido morían a temprana edad, o su desarrollo sufría incapacitación debido a la falta de nutrición…”. Además, se ha demostrado que con la falta de vitaminas B y C se aceleran los achaques de debilidad senil.

¿Acaso no hay todas las vitaminas necesarias, incluyendo la B-17, en los alimentos que comemos a diario?

NO. Desdichadamente en los EE.UU. (que es de donde se tienen las estadísticas pertinentes) durante los últimos 70 años se han ido dejando a un lado los alimentos que contienen vitamina B-17 natural; o los han reemplazado con alimentos absolutamente carentes de ese factor. Es muy notable que durante ese tiempo haya ido en aumento el índice del cáncer en ese país, hasta que en la época de los ’70 una persona de cada cuatro estaba destinad a contraer esa enfermedad. (En la época del 2002, se calcula que ese índice se aproxima a 1 de cada 3.)

¿Qué se sabe de los hunzas?

Muy remoto y oculto en los Himalayas, rodeado por Pakistán, la India y la China está el pequeño reino de Hunza, cuyos moradores son famosos, en todo el mundo, por las edades avanzadas que suelen lograr mientras disfrutan de excelente salud. No es raro que vivan más allá de los cien (100) años, y muchos llegan a los 120. Médicos que han viajado por esos lugares informan que en Hunza no existe el cáncer. Y es interesante observar que en la alimentación de ese pueblo se consumen aproximadamente doscientas veces más nitrilosidas que en la comida común de los EE.UU. En realidad, en ese país donde no se conoce el dinero, la riqueza de una persona se mide en árboles de damasco. El Príncipe Regente lo confirma y añade la información que no es raro culminar un almuerzo con 30 a 50 pepitas de damasco como postre. Un postre que proporciona más de 75.000 unid internacionales de vitamina A, y más de 150 mg de B-17. Las mujeres de Hunza son famosas por conservar su piel suave y tersa hasta en su avanzada edad, aparentando ser más de veinte (20) más jóvenes que sus contemporáneas de otros países. Confiesan que su secreto consiste en el aceite de damasco que se aplican diariamente al cutis. Y es una triste realidad que cuando los hunzas salen de sus apartadas tierras, y adoptan la alimentación de otras culturas, también caen víctimas de las enfermedades del resto del mundo, inclusive el cáncer.

¿Qué es el trofoblasto?

Es una capa epiblástica que tapiza las vellosidades del cordón fetal, que se convierte en membranas fetales que desempeñan funciones de la nutrición celular. También conocido como célula cancerosa.

¿Qué ocurre en nuestros cuerpos cuando (1) no funciona bien, o si (2) la clase de alimentos que ingerimos consumen casi todas las enzimas pancreáticas para su digestión y no dejan suficiente para la sangre, o si (3) debido a intervenciones quirúrgicas o a radiación hay tejidos cicatrizados que rodean al cáncer e impiden el acceso de esas enzimas a las células, o si (4) el crecimiento del cáncer es demasiado rápido como para que las enzimas lo controlen? ¿Qué sucede entonces?

La naturaleza ha provisto un mecanismo de respaldo, una línea de defensa secundaria que tiene muy buenas posibilidades de triunfar, aunque se hubieren perdido las defensas primarias. Se trata de un insólito compuesto que literalmente envenena a las células malignas mientras alimenta y fortalece al resto del organismo. Es la vitamina B-17 que suministran los alimentos naturales ricos en nitrilosida. También conocida como amigdalina, se la ha usado con buenos resultados desde hace más de cien (100) años. En forma purificada y concentrada por el Dr. Krebs se la conoce como Laetril.

¿Quién propuso, por primera vez, la teoría trofoblástica del cáncer?

El Profesor John Beard sospechaba que existía un factor nutritivo además del factor enzimático. Durante el año 1952, el Dr. Ernst T. Krebs descubrió, trabajando juntamente con su padre, del mismo nombre, el factor “extrínseco” del cáncer.

¿Qué autoridad tiene el Dr. Krebs en la materia?

Hizo tres (3) años de estudios de anatomía en la Escuela de Medicina Hahnemann, en Filadelfia. Luego se especializó en bacteriología en Universidad de Illinois, de 1938 a 1941, graduándose en 1942. Durante 1943 a 1945 cursó estudios superiores en la Universidad de California, en Berkeley. Luego estudió y llevó a cabo investigación farmacológica en la Universidad de Mississippi. Tiene a su crédito varias publicaciones de sus estudios, entre ellas “La Teoría Unitaria, O Trofoblástica Del Cáncer” y “Los Nitrilosidos En Plantas Y Animales”. Fue director científico de la Fundación John Beard. Descubrió la vitamina B-15, el ácido pangámico. Para el año 1950 ya había identificado a la vitamina B-17 y la había aislado en forma de cristales. La denominó Laetril, y mediante pruebas en animales demostró que no era tóxica.

¿Cómo demostró el Dr. Krebs que la vitamina B-17 (el Laetril) no era tóxico para el ser humano?

Simplemente se arremangó la camisa y se autoinyectó. Tal como lo había previsto, no tuvo ninguna reacción negativa.

¿De qué se compone la vitamina B-17?

La molécula de B-17 se compone de dos unidades de glucosa (azúcar), una unidad de benzaldehido y una de cianuro, estrechamente ligadas.

Y ¿qué pasa con el cianuro, que es tan venenoso?

Efectivamente, el cianuro puede ser muy tóxico, y aún mortal en cantidades suficientes. Sin embargo, ligado estrechamente dentro de la molécula de B-17 resulta totalmente inerte y sin efecto sobre los tejidos vivos.

Al respecto de este principio de “ligaduras” ¿hay otras sustancias semejantes?

Sí. El cloro, por ejemplo, es un gas muy venenoso; pero combinado con el sodio forma el cloruro de sodio, que es la sal de mesa común, un compuesto inocuo.

Y entonces, ¿cómo funciona la B-17 para exterminar a las células cancerosas?

Solamente una sustancia hay que pueda soltar las ligaduras de la molécula de B-17, y liberar así al cianuro; y es la enzima beta-glucosamidasa, en contacto con agua. Afortunadamente esta enzima se encuentra concentrada en las células cancerosas, y en muy reducidas proporciones en el resto del organismo. Cuando la vitamina B-17 llega a las células cancerosas y suelta su cargamento de cianuro, este veneno encuentra un poderoso aliado en el benzaldehido, que por su cuenta es otro veneno. Estas dos sustancias tóxicas, cuando juntas multiplican su potencia por un factor mínimo de cien (100). Es un fenómeno bioquímico que se llama sinergismo. Además, las células cancerosas contienen aproximadamente cien (100) veces mayor concentración de beta-glucosamidasa que en el resto del cuerpo, lo cual resulta en un tratamiento de quimioterapia natural, muy eficiente y tan bien especializado que las células sanas del organismo no sufren ningún daño. El Laetril ocasiona la liberación de esos dos venenos que afectan únicamente a las células cancerosas.

¿Cómo es que no nos envenena el cianuro?

Hay otra enzima muy importante, la rodanasa, que abunda en todos los tejidos sanos. Esta enzima, que apodamos “la defensora” tiene la propiedad de descomponer al cianuro y transformarlo en subproductos nutrientes y benéficos para el organismo. (A partir del año 1965 se ha identificado a la rodanasa como tiosulfato de transulfurasa.) Siendo que la rodanasa no se encuentra en las células cancerosas, éstas quedan sin protección.

¿Puede ser peligrosa una sobre-dosis de B-17?

Sí. A pesar de ser un compuesto sano y seguro, como todas las cosas en exceso, puede ser peligrosa; al igual que el agua o el oxígeno en cantidades anormales.

¿Se pierde la vitamina B-17 en las semillas de damasco tostadas?

No. El contenido de B-17 no varía, pero se destruyen las enzimas y no se logra la totalidad de los efectos enzimáticos en la boca, el estómago y en la vía intestinal.

¿Qué cantidad de B-17 contiene un carozo de damasco?

En la fruta que se cosecha normalmente en los EE.UU. hay aproximadamente de 4 a 5 mg.

¿Puede hacer daño el Laetril?

Las pastillas de aspirina son 20 veces más peligrosas que una cantidad semejante de Laetril. El Laetril es menos tóxico aún que el azúcar, pero por las mismas razones que no se toman 20 pastillas de aspirina ni se come un cuarto de kilo de azúcar de una vez, si alguien consume un exceso de Laetril, se va a sentir mal; y posiblemente tengan que usar una sonda para evacuarle el estómago.

¿Hay médicos que recetan Laetril para sus pacientes?

Sí. Para mediados de la década de los 70 ya se habían publicado, en los EE.UU. más de 26 informes de tantos médicos de renombre que habían estudiado y recetado el Laetril con buenos resultados en el tratamiento del cáncer.

¿Hay médicos fuera de los EE.UU. que apoyan el uso del Laetril para el cáncer?

Sí. El Dr. Hans Nieper, Director de Servicios Médicos del Hospital Silbersee, en Hanover, Alemania, quien figura en la lista de “Quién es Quien en la Ciencia Mundial” y era entonces el Director de la Sociedad Alemana del Tratamiento del Tumor, anunció durante uno de sus viajes a los EE.UU., en 1972, “…después de más de veinte años de trabajo especializado he descubierto que los nitrilosidos, es decir el Laetril, son el mejor tratamiento, o preventivo, del cáncer que se conozcan. En mi opinión es la única posibilidad que tenemos para controlar el cáncer.”

¿Se recomienda complementar el consumo de la vitamina B-17 con otros alimentos?

Sí. El Dr. John Richardson, de San Francisco, California recomienda: “Se deben consumir todo tipo de verduras comestibles. Preferentemente crudas, o con muy poca cocción. Se debe consumir pescado, lo más fresco posible, y apenas cocido. Cómase pollo sin pellejo, y olvídese de cualquier cosa que no esté incluida en esta lista. Es importante beber cantidades adecuadas de agua, o jugos naturales, que pueden ser con gas. Tomen: vitamina C, 1500 a 5000 mg diarios; vitamina E, 1200 unidades internacionales; vitaminas múltiples y minerales. Evítese todo lo que sea tóxico, tabaco, alcohol, café, tranquilizantes, sedantes, analgésicos, etc. Se permiten algunos antibióticos.”

¿Qué es la vitamina B-15, y por qué motivo debemos tomarla?

La vitamina B-15, el ácido pangámico, contribuye a descontaminar el hígado, limpiándolo de toxinas, siendo que es un agente transmetilador. Contribuye, además al incremento del potencial oxigenador de los tejidos. Es como una dosis de “oxígeno al instante”. Ayuda a neutralizar los venenos que elimina el cuerpo.


Extraído de http://www.detailshere.com/